Telefónica reorienta su estrategia para impulsar el negocio internacional
La firma está consolidando los principales mercados en los que está presente y soltando lastre en el resto.
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Días movidos para Telefónica. En las últimas semanas, la española ha recibido dos noticias que suponen un paso adelante en su estrategia internacional, llevando al grupo a concretar un giro en su plan financiero.
A finales de agosto, Telefónica ganó la primera batalla en la pugna que mantiene por hacerse con Global Village Telecom (GVT), la filial brasileña de Vivendi. El grupo francés decidió abrir “negociaciones exclusivas” con la compañía que preside César Alierta, desechando así la oferta de Telecom Italia. Sólo un día más tarde, la Comisión Europea daba el visto bueno definitivo a los términos de la compra de la operadora alemana E-Plus, hasta el momento propiedad de la firma holandesa KPN.
“La luz verde final de la Comisión Europea nos permite cerrar pronto la transacción y formar una empresa de telecomunicación digital líder en Alemania”, señaló el directivo de O2, marca bajo la que opera Telefónica Deutschland en el país, Markus Haas.
Llegar hasta aquí, sin embargo, no ha sido fácil para la compañía, que ha sufrido varios golpes antes de alcanzar sus objetivos. En 2009, Telefónica ya había estado interesada en la compra de GVT, pero las prácticas heterodoxas de Vivendi dejaron fuera a la española. En plena guerra de opas, la francesa ejecutó un acuerdo con los accionistas de control del grupo brasileño.
El interés por E-Plus también es antiguo. Telefónica manejó la compra de todo el grupo KPN justo antes de negociar, en 2005, la adquisición de la antigua O2, pero el alto precio que le exigía el fondo Capital, el entonces primer accionista de la holandesa, acabó por frustrar la operación. Aún así, Telefónica no se rindió y desde la compra de O2, el grupo español estuvo detrás de hacerse con E-Plus, un grupo que tenía más o menos su mismo tamaño pero que permitiría a la española reforzarse en el país.
Pero Alemania no es el único eslabón débil en la cadena que ha forjado Telefónica para convertirse en la segunda operadora europea por clientes.
México supone un quebradero de cabeza para una firma acostumbrada a ser líder en los mercados que opera. Con un 20% de la cuota de mercado por clientes y sólo un 12% por ingresos, Telefónica se enfrenta a América Móvil, el grupo del magnate Carlos Slim, poseedora del 70% de los usuarios. Telefónica ha reconocido negociaciones con Iusacell, el tercer grupo móvil mexicano, para crear un grupo más fuerte.
Cambio de estrategia
Ante este panorama, la estrategia que está implantando Telefónica parece clara: consolidar los principales mercados en los que está presente y soltar lastre en el resto.
Para ello, ha tenido que vender algunos negocios menores, especialmente en Irlanda y República Checa, para financiar su estrategia de inversión.También, presionada por su nivel de deuda, ha cambiado su modus operandi. Si en los últimos dos años la operadora española ha tenido un gran protagonismo en las emisiones de deuda, ahora su actividad se está concentrando en las ampliaciones de capital.
A principios de septiembre, Telefónica Deutschland anunció el inicio de una ampliación de capital por 3.620 millones de euros, destinada a financiar parte de la compra de E-Plus.
Mismo método acordó el grupo español para financiar la adquisición de GVT, valorada en 7.450 millones. La transacción contempla el pago en efectivo de 4.660 millones, que serán financiados a través de una ampliación de capital de Telefónica Brasil.
El movimiento no queda ahí. Telefónica suscribirá su parte proporcional en el incremento de capital de la filial brasileña a través de otra ampliación de capital de la propia matriz, por un importe de 3.400 millones de euros.
El diseño de estas operaciones, según fuentes del mercado, está dirigido a no incrementar la deuda neta, que al cierre del primer semestre se situaba en 42.900 millones de euros. Además, el objetivo de la empresa es situar el endeudamiento en el entorno de los 43.000 millones de euros a finales de año.